Dado que en mi anterior entrada solo lo mencioné de pasada, esta voy a
dedicársela al lugar donde vive mi HF: Haßloch, “agujero del odio” para los amigos. A pesar de tener un nombre tan “adorable”
que bien podría tratarse de carnaza de chiste malo, se trata de una población situada
en el estado de Renania del Palatinado, también conocida como la Toscana de
Alemania. Esto se debe a que hay una rica tradición del vino y el clima es
bastante agradable (todo lo agradable que puede llegar a ser en Alemania,
claro). Durante todo el año se organizan
los conocidos Weinfeste (fiestas del
vino) en distintos pueblecitos medievales. Además, los trayectos en barco para
contemplar los castillos a orillas del Mosela y del conocido Rin son uno de los
principales atractivos turísticos de esta zona.
Pero ¿a qué viene esto de que Haßloch es una
Alemania a pequeña escala? Resulta que este pueblo de alrededor de veinte mil
habitantes representa la media ideal alemana. Recoge unas determinadas
características demográficas que lo convierten en una Alemania a pequeña
escala. Esto tiene como principal consecuencia que sea aquí donde se realicen
los estudios de mercados. Antes de sacarse ningún producto, se prueba aquí para
ver la acogida que tiene en el público. Los habitantes son conejillos de indias
de todo tipo de encuestas y pruebas, mientras que en la televisión local se
emiten anuncios exclusivos. Lo que tenga éxito en Haßloch, tendrá éxito en el
resto del país.
Aunque es cierto que no tiene ni mucho menos la
cantidad de tiendas y vida que tiene una gran ciudad, está bien comunicada
gracias al tren y se encuentra cerca de las ciudades universitarias de Mannheim y Heidelberg. La casa de mi HF está al lado del bosque, una zona llena de campos con caballos y un pequeño lago. Al parecer la acaban de renovar y para cuando yo llegue ya tendrán la piscina en el jardín (yay!). Tendrá delito si acabo pasando más horas tumbada a la bartola bajo el sol en tres meses que en toda mi vida viviendo en el Mediterráneo.
Ya tengo hecha una lista con las ciudades que quiero visitar, porque en Renania del Palatinado solo estuve en algunos pueblecitos cerca del Mosela. Llevo tiempo queriendo visitar Mainz (la capital de este estado), así que a ver si durante estos tres meses tengo la oportunidad. Espero no acabar despilfarrando en transporte público, porque las tarifas del Deutsche Bahn no es que sean precisamente baratas… Y yo que me quejo del bonometro de Valencia. En principio tengo pensado comprarme la BahnCard 25, la cual dura un año entero y supone un 25% de descuento en los billetes de tren. La idea es sacarle partido también durante el Erasmus.
Y, por último, aquí van algunas fotos de Haßloch, para desmitificar el poco agraciado nombre con el que le han bautizado:
Y, por último, aquí van algunas fotos de Haßloch, para desmitificar el poco agraciado nombre con el que le han bautizado:
Qué pueblo tan adorable! :D Me encantan esas fachadas y ese lago :)
ResponderEliminarLa BahnCard es muy interesante, da pereza pagar el dinero nada más llegar a Alemania pero los descuentos merecen la pena. Justo hoy me he hecho la BahnCard50 por 127€ y en unas semanas me llegará a casa :)