Todo Erasmus que se precie realiza viajes y
excursiones día sí y día también. Tal
vez sea por el espíritu contagioso de aprovechar la estancia al máximo, pero lo
bien cierto es que los tentadores precios asequibles y las miles de ofertas
hacen del Erasmus la situación propicia para satisfacer a las almas ávidas de
ver mundo.
Estas últimas semanas he estado en distintos
sitios de los alrededores de la Selva Negra. Uno de ellos fue Feldberg, la
montaña más alta de esta región. Después de maldecir mil veces mi mala
condición física a medida que avanzaba por la empinada ladera, alcanzamos al
fin la cima. Un cielo despejado nos brindó la oportunidad de disfrutar de unas
vistas espectaculares. El lugar es objeto de culto de numerosos esquiadores,
porque en invierno es donde la mayoría de la gente de los alrededores acude,
para sacarle así el máximo partido a la nieve sobre los esquís.
A la vuelta paré en Titisee, un pueblo en el que estuve hace dos años y que me encantó. Tiene un lago precioso y es un punto turístico bastante visitado de la zona. Todos los viajes eran gratuitos, ya que entraban dentro del Semesterticket.
Un domingo estuve en Basilea, Suiza. La ventaja
de Freiburg es que se encuentra tan cerca de la frontera que en cuestión de
poco tiempo puedes estar tanto en Francia como en Suiza. Este viaje lo
organizaba el Studentenwerk y solo costaba 15 euros, por lo que no me lo pensé
dos veces. La ciudad en sí no me pareció gran cosa. Ya estuve hace tres años en
este país y ciudades como Berna o Lucerna le dan mil vueltas a Basilea, desde
mi punto de vista. Aun así, la entrada a los museos era gratis y pude disfrutar
de obras pertenecientes a artistas de la talla de Picasso o Van Gogh.
Todo en Suiza es muchísimo más caro. Para que os
hagáis una idea, una pizza te puede costar perfectamente 18 euros. Tomé la
sabia decisión de esperarme hasta llegar a Freiburg para comprarme la cena,
porque no tenía intención de tener que donar un riñón para alimentarme.
El viernes pasado estuve en Schauinsland, otro
monte de la Selva Negra que traducido literalmente es algo así como “mira en el
país”. Esto es así porque desde este punto se puede contemplar casi todo lo de
alrededor. Tuve la suerte de que incluso se pudieran contemplar los Alpes a lo
lejos. También pude disfrutar de una deliciosa Schwarzwälder Kirschtorte, la tarta típica de la Selva Negra.
Ayer por la noche fui a la Mensa a ver Tatort,
como es tradición para muchos universitarios alemanes. La entrada es gratuita
si eres miembro del club internacional y además hay sopa caliente para todos,
lo cual se agradece cuando las temperaturas son tan bajas.
Yo ahora mismo estaba pensando que es muy triste que haga dos meses que estoy aquí y que apenas haya hecho turismo, y es leer tu entrada y entrarme unas ganas impresionantes de ponerme las pilas al respecto. (Pero es que siento que no estoy cerca de nada 'visitable' así bonito, no sé. Tengo que ir a Heidelberg, sí, pero... pf. Ais. Y el transporte es caro! No, si será por excusas. Creo que tengo que informarme mejor or something, a ver si hay ofertas o precios más baratos).
ResponderEliminarLas fotos son preciosas, cómo no :) Me alegro que estés disfrutando de tu estancia Erasmus al máximo y que sigas con el blog.
¡Un beso guapa!
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