De acuerdo con la previsión del tiempo para los
próximos días, en Leipzig nevará a partir del domingo. Estas previsiones suelen
fallar más que una escopeta de feria, pero de lo que no cabe duda es que la
ciudad ya empieza a empaparse del espíritu navideño. Los dulces típicos de la
época ya llevan tiempo tanto en los supermercados como en las panaderías y ya
comienzan a verse los primeros elementos decorativos por las calles. El martes
inauguran el mercado de Navidad que montan todos los años en la plaza del
ayuntamiento, el cual goza de fama en toda Alemania.
El pasado jueves, tras las habituales seis
horas en el ICE y los dos transbordos estresantes (con retraso incluido y
pérdida del tren de conexión, como suele ocurrir con el Deutsche Bahn), llegué
a Friburgo por la noche. Desayunos al sol en el jardín del Bergacker Café,
paseos nocturnos por Littenweiler con alguna que otra ráfaga de viento
inoportuna, cerveza artesanal en el bullicioso Feierling, cena íntima en el
restaurante afgano Kucci, sesión de cine con Irrational Man y con Happiness,
inmersiones suicidas en el Dreisam… Como de costumbre, el tiempo vuela en esta
ciudad y, para cuando me doy cuenta, ya me toca coger el tren de regreso a
Leipzig. El único consuelo es pensar en cuándo reservaré los próximos billetes
para volver, aunque lo más seguro es que esto no sea hasta febrero. Pero hasta
entonces habrá otros viajes prometedores, como el de Barcelona.
Al día siguiente me tocaba hacer una
presentación sobre la inmigración en España para la clase 6 y la 7, con niños de entre 11 y 13 años. Un tema complicado si además se tiene en cuenta que hace
nada tuvieron lugar los atentados en París. No sabía muy bien cómo enfocarlo,
así que al final barrí para casa y lo relacioné con la importancia de la
interpretación en los servicios sociales. La experiencia fue muy positiva, ya
que todos participaron y contribuyeron mucho hablando de sus propias
experiencias. En Altenburgo hay muchas organizaciones que ayudan a los
refugiados a integrarse y algunos de los niños de mi escuela colaboran con
ellas. Durante las sesiones se coló alguna que otra pregunta imprevista, como
si es cierto que en España hay más olivos que en Italia o si es posible ver
África desde la costa. Me encantan las inquietudes de algunos pequeños.
Holaaaaaaa!
ResponderEliminarOhhhhhh qué bonitas fotos de cuando aún era otoño en Freiburg xD
El invierno vino el sábado de repente y parece que se queda. Por suerte de momento no ha llovido mucho y el cielo está azul... y el Weihnachtsmarkt ist da! Hoy mis amigos han ido pero yo tenía que trabajar :'(. Otro día será!
Siempre encontráis restaurantes muy chachis, la comida de tus fotos siempre tiene una pinta espectacular! :O Y qué decir del picnic! Lo bien que tuvo que entrar! :)
Se ve que disfrutaste de tu tiempo en Freiburg!
Y de las preguntas de los niños qué decir xD Lo de los olivos me ha matado!
Un beso muy fuerte!