Entre los propósitos de año nuevo, siempre se
encuentra el socorrido “hacer más deporte”. Así que te despiertas una mañana de
mediados de enero, lleno de motivación e iniciativa para salir a correr al
parque de tu barrio, miras por la ventana y te topas con el siguiente panorama:
Te tienen que decir que, debajo de esa gruesa
capa de nieve, sigue habiendo un asfalto por donde pisar sin morir en el
intento. Efectivamente, una de las adversidades de vivir en Alemania es su
crudo invierno, que en ocasiones nada tiene que envidiarle a la misma Laponia.
Los alemanes parecen estar inmunizados y, tanto es así, que si la ciudad
amanece cubierta por un manto blanco, empaquetan a los niños en capas y capas
de abrigos y salen a la calle sin pensárselo dos veces, ya sea para hacer un
muñeco, para organizar una guerra de bolas o para lanzarse desde cualquier
colina que encuentren.
Como ya he comentado en otras entradas, uno de
los deportes que practico con frecuencia es salir a correr. Esta mañana, al ver el
panorama, he tenido que rascar algo de fuerza de voluntad antes de poner un pie
en la calle. En realidad tenía pensado salir ayer, pero el termómetro marcó los
-10 grados, por lo que en lugar de ponerme las mallas, me decidí por ir a dar
un paseo al Fockeberg, una pequeña montaña en mi barrio desde donde puede
contemplarse la ciudad.
Pero ¿es imposible hacer deporte durante los
meses de frío en Alemania? Claro que no. Hay muchas alternativas de lo más
atractivas para mantenerse en forma en vez de hibernar eternamente en casa y no
ver la luz del sol hasta primavera.
- Hochschulsport. Una de las ventajas de la
universidad alemana es que ofrece muchos cursos de deporte a muy buen precio. Así
que, si eres estudiante, no tienes excusa. Siempre suele haber una oferta
bastante amplia y, de hecho, he llegado a encontrar cursos tan pintorescos como
baile barroco, danza tribal o iniciación como masajista. En muchas ciudades
ocurre como en Friburgo, donde solo hay un recinto con instalaciones deportivas
para ambas universidades (tanto para la Albert-Ludwigs-Universität Freiburg
como para la Pädagogische Hochschule). Aunque se encuentra algo apartado en el
barrio de Littenweiler, tiene muy buena conexión de tranvía y, además, hay
algunos cursos donde no es necesario apuntarse y cuya asistencia es gratuita. En el caso de Leipzig, son incluso dos universidades
las que ofertan cursos de deporte: por un lado la Universität Leipzig y por
otro la Hochschule für Technik, Wirtschaft und Kultur Leipzig (HTWK). Yo
personalmente suelo ir a los que ofrece la segunda, ya que me pilla más cerca
de casa, aunque es cierto que la primera tiene mayor variedad.
-Gimnasio: Siempre está la tradicional opción
de ir al gimnasio. Creo que por lo general suelen ser algo más caros que en
España, pero hay muchas promociones que a veces merece la pena aprovechar.
-Alemanizarte hasta los tuétanos: ¿qué quiero
decir con esto? Hacerle frente al frío y salir a la calle aunque el cuerpo te
pida que te quedes en casa consumiendo el Glühwein que te sobró de Navidad. No
es inusual ver a los alemanes hacer deporte al aire libre aunque esté cayendo
la nevada del siglo. Tal es así que estos días me encuentro constantemente con
madres que han dado a luz hace apenas algunas semanas y que se llevan al niño
al parque. Bien mirado se matan dos pájaros de un tiro: mientras el bebé se
vuelve inmune al frío y se prepara para los inviernos que le esperan en los
próximos años, la madre recupera la silueta más rápidamente. El furor de las
mamás deportivas lo vi en vivo y en directo un día en el Clara-Zetkin-Park,
donde una tropa de madres con carrito iban avanzando a zancadas, bajo las
órdenes de un estricto entrenador que se encontraba a la cabeza del grupo.
Así que no hay excusa. Hacer deporte en invierno
dentro de Alemania es posible y, además, muy recomendable. La clase de pilates
puede ser el perfecto entorno para aprender los nombres de músculos que no
sabías ni que existían en español.
nunca hay excusas, yo vivo en Antofagasta Chile, ciudad que no conoce de inviernos la temperatura más fria no baja de los 10°C, y generalmente estamos a 18°C y maximo 25°C.
ResponderEliminareso si vivo en pleno desierto a orillas del mar, asi que todo el año se puede salir a trotar y hacer varios tipos de ejercicio
muy lindas las fotos de nieve
saludos!!
Wow!!! Sí que os nevó en Leipzig!!! Aquí en Friburgo también, pero no tanto, la capa de nieve que tenían los coches allí es digna de mención! xD
ResponderEliminarRespecto al deporte, qué decir! Siempre hay alguna alternativa, y no todas son tan caras como dejarse riñón y medio en un gimnasio. Soy muy fan del Hochschulsport, aquí suelo ir a clase de fitness gratis todos los sábados! Bueno, este mes no podré ir por los exámenes, pero es genial!
Llegas mañana (día 28) a Freiburg, verdad? Cuánto te quedas? Dime cuando tengas un hueco para tomar algo, me paso el día en el campus del centro así que encontraremos un momento seguro!
Un beso!
De una u otro manera, por diversas razones, he aprendido a querer los espacio donde pueda realizar ejercicio. Podría decir que socialmente mi cultura no es asidua al deporte en general, pero creo que poco a poco asumimos el valor positivo que tiene.
ResponderEliminarEn mi ciudad nunca ha nevado, por lo cual siento una extraña melancolía al ver las imágenes, espero poder vivir un invierno como el tuyo algún día.
Suerte, preciosa.