sábado, 23 de enero de 2016

Hacer deporte en Alemania

Entre los propósitos de año nuevo, siempre se encuentra el socorrido “hacer más deporte”. Así que te despiertas una mañana de mediados de enero, lleno de motivación e iniciativa para salir a correr al parque de tu barrio, miras por la ventana y te topas con el siguiente panorama:




Te tienen que decir que, debajo de esa gruesa capa de nieve, sigue habiendo un asfalto por donde pisar sin morir en el intento. Efectivamente, una de las adversidades de vivir en Alemania es su crudo invierno, que en ocasiones nada tiene que envidiarle a la misma Laponia. Los alemanes parecen estar inmunizados y, tanto es así, que si la ciudad amanece cubierta por un manto blanco, empaquetan a los niños en capas y capas de abrigos y salen a la calle sin pensárselo dos veces, ya sea para hacer un muñeco, para organizar una guerra de bolas o para lanzarse desde cualquier colina que encuentren.


Como ya he comentado en otras entradas, uno de los deportes que practico con frecuencia es salir a correr. Esta mañana, al ver el panorama, he tenido que rascar algo de fuerza de voluntad antes de poner un pie en la calle. En realidad tenía pensado salir ayer, pero el termómetro marcó los -10 grados, por lo que en lugar de ponerme las mallas, me decidí por ir a dar un paseo al Fockeberg, una pequeña montaña en mi barrio desde donde puede contemplarse la ciudad.






Pero ¿es imposible hacer deporte durante los meses de frío en Alemania? Claro que no. Hay muchas alternativas de lo más atractivas para mantenerse en forma en vez de hibernar eternamente en casa y no ver la luz del sol hasta primavera.

- Hochschulsport. Una de las ventajas de la universidad alemana es que ofrece muchos cursos de deporte a muy buen precio. Así que, si eres estudiante, no tienes excusa. Siempre suele haber una oferta bastante amplia y, de hecho, he llegado a encontrar cursos tan pintorescos como baile barroco, danza tribal o iniciación como masajista. En muchas ciudades ocurre como en Friburgo, donde solo hay un recinto con instalaciones deportivas para ambas universidades (tanto para la Albert-Ludwigs-Universität Freiburg como para la Pädagogische Hochschule). Aunque se encuentra algo apartado en el barrio de Littenweiler, tiene muy buena conexión de tranvía y, además, hay algunos cursos donde no es necesario apuntarse y cuya asistencia es gratuita.  En el caso de Leipzig, son incluso dos universidades las que ofertan cursos de deporte: por un lado la Universität Leipzig y por otro la Hochschule für Technik, Wirtschaft und Kultur Leipzig (HTWK). Yo personalmente suelo ir a los que ofrece la segunda, ya que me pilla más cerca de casa, aunque es cierto que la primera tiene mayor variedad.

-Gimnasio: Siempre está la tradicional opción de ir al gimnasio. Creo que por lo general suelen ser algo más caros que en España, pero hay muchas promociones que a veces merece la pena aprovechar.

-Alemanizarte hasta los tuétanos: ¿qué quiero decir con esto? Hacerle frente al frío y salir a la calle aunque el cuerpo te pida que te quedes en casa consumiendo el Glühwein que te sobró de Navidad. No es inusual ver a los alemanes hacer deporte al aire libre aunque esté cayendo la nevada del siglo. Tal es así que estos días me encuentro constantemente con madres que han dado a luz hace apenas algunas semanas y que se llevan al niño al parque. Bien mirado se matan dos pájaros de un tiro: mientras el bebé se vuelve inmune al frío y se prepara para los inviernos que le esperan en los próximos años, la madre recupera la silueta más rápidamente. El furor de las mamás deportivas lo vi en vivo y en directo un día en el Clara-Zetkin-Park, donde una tropa de madres con carrito iban avanzando a zancadas, bajo las órdenes de un estricto entrenador que se encontraba a la cabeza del grupo.


Así que no hay excusa. Hacer deporte en invierno dentro de Alemania es posible y, además, muy recomendable. La clase de pilates puede ser el perfecto entorno para aprender los nombres de músculos que no sabías ni que existían en español.

3 comentarios

  1. nunca hay excusas, yo vivo en Antofagasta Chile, ciudad que no conoce de inviernos la temperatura más fria no baja de los 10°C, y generalmente estamos a 18°C y maximo 25°C.
    eso si vivo en pleno desierto a orillas del mar, asi que todo el año se puede salir a trotar y hacer varios tipos de ejercicio
    muy lindas las fotos de nieve

    saludos!!

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  2. Wow!!! Sí que os nevó en Leipzig!!! Aquí en Friburgo también, pero no tanto, la capa de nieve que tenían los coches allí es digna de mención! xD
    Respecto al deporte, qué decir! Siempre hay alguna alternativa, y no todas son tan caras como dejarse riñón y medio en un gimnasio. Soy muy fan del Hochschulsport, aquí suelo ir a clase de fitness gratis todos los sábados! Bueno, este mes no podré ir por los exámenes, pero es genial!
    Llegas mañana (día 28) a Freiburg, verdad? Cuánto te quedas? Dime cuando tengas un hueco para tomar algo, me paso el día en el campus del centro así que encontraremos un momento seguro!
    Un beso!

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  3. De una u otro manera, por diversas razones, he aprendido a querer los espacio donde pueda realizar ejercicio. Podría decir que socialmente mi cultura no es asidua al deporte en general, pero creo que poco a poco asumimos el valor positivo que tiene.

    En mi ciudad nunca ha nevado, por lo cual siento una extraña melancolía al ver las imágenes, espero poder vivir un invierno como el tuyo algún día.

    Suerte, preciosa.

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