domingo, 21 de octubre de 2018

Prácticas en el BCE



Antes de lanzarme de cabeza al mundo laboral, quería al menos probar la experiencia de realizar prácticas en una institución europea. A finales de enero vi una licitación para traductores de español en el Banco Central Europeo (BCE), así que me decidí a probar suerte. Como ya he comentado anteriormente, el máster que he cursado se centraba en traducción económica y jurídica, de manera que ya había adquirido algunas nociones básicas de esta especialidad durante mis estudios. De hecho, muchos de los conocimientos aprendidos me sirvieron de gran ayuda para superar las pruebas de admisión. El proceso de selección comenzó en febrero y recibí la esperada noticia de que tenía la plaza por junio. Otros pasantes me han contado que sus procesos de selección no demoraron tanto, porque al parecer esto depende del número de solicitudes que cada idioma recibe.
Una de las ventajas de estas prácticas es que se muestran flexibles en lo relativo a la fecha de comienzo, por lo que puedes decidir el día que más te convenga. Yo opté por el uno de octubre, ya que en septiembre tuve los exámenes orales del máster en Heidelberg. Otros compañeros empezaron a mediados de septiembre o mediados de octubre. Creo que esto es un punto a favor en comparación con otras instituciones, donde son más rígidos en este sentido.

Pocos días antes de comenzar las prácticas, recibí un correo de un traductor checo, quien nos congregó a todos los pasantes de traducción que comenzábamos aquel día. Aquel hombre era la eficiencia en persona, y nos ayudó a sortear los trámites iniciales sin mayor problema. El primer día, todos los trabajadores nuevos tienen que acudir al nuevo edificio principal —una inmensa torre que terminó de construirse en 2014 y que anteriormente era un gran mercado—, donde se les facilita información general sobre la institución (incluidas varias charlas sobre la privacidad de datos, algo que se toman muy en serio). Además de aquel día, he pisado el imponente edificio otras tres veces para asistir a algún que otro curso o reunión, ya que mi oficina no se encuentra allí. Los servicios de traducción están ubicados en pleno distrito financiero, en el Japan Center, un gran edificio de color terracota que en teoría recuerda a las linternas de piedra japonesas (hay que echarle cierta dosis de imaginación).


Por regla general, cada idioma tiene dos traductores en plantilla, aunque también se cuenta con la ayuda de algunos traductores autónomos, sobre todo cuando hay mucho volumen de trabajo. Cada pasante suele tener uno o dos tutores que le asignan las tareas que debe realizar. Obviamente, el método de trabajo depende mucho del mentor. En los primeros días, mi mentora le concedió bastante importancia a que me familiarizase con las funciones y la organización del BCE, por lo que me tocó leerme los estatutos y muchos artículos sobre la política monetaria. Otros compañeros se dividen las tareas con los traductores internos y se corrijen mutuamente, de manera que las líneas jerárquicas se disipan. Las tareas de traducción suelen incluir correos electrónicos, el contenido del sitio web, los subtítulos de los vídeos explicativos, discursos, etc.


Igual que en otras instituciones europeas, las prácticas son remuneradas. La paga mensual es de 1.050 €, lo cual a primera vista no parece demasiado, pero no está nada mal teniendo en cuenta que también te pagan el alojamiento. Además, te ofrecen dos opciones: buscarte un lugar por tu cuenta y recibir 750 € al mes o solicitar plaza en una de las «residencias», es decir, en diversos hoteles que tienen un convenio con el BCE. Yo me decanté por la segunda opción, en un hotel situado en Sachsenhausen, al sur de la ciudad. El barrio de Sachsenhausen es conocido por ser un enclave de contrastes: se alternan restaurantes sofisticadose con gastronomía internacional y selecta con tabernas tradicionales que sirven con orgullo la bebida regional, el Apfelwein. Una de sus arterias, la bulliciosa Schweizerstraße, conecta el río con la estación principal del sur, y está repleta de delicatesen, grandes superficies y puestos de fruta y verdura al aire libre. Cuando salgo de trabajar, si el tiempo acompaña, renuncio a ir en metro y voy a pie hasta casa, para disfrutar del ambiente de esta calle, que nada tiene que ver con la acelerada vida urbana del epicentro financiero.




Fráncfort no es un lugar nuevo para mí. El año pasado ya estuve viviendo dos meses en esta ciudad, así que por aquel entonces ya publiqué una entrada donde relataba mis impresiones. De todas maneras, me he propuesto descubrir más rincones en los próximos meses, así que seguramente le dedique más entradas en los meses próximos.




4 comentarios

  1. ¡Qué gran noticia! ¡Enhorabuena por haber conseguido las prácticas! Parece una muy buena oportunidad para seguir formándose y adquirir experiencia profesional. A nosotros nos informaron de la convocatoria en el máster, pero también nos advirtieron de que pasar las fases del proceso de selección no era una tarea fácil y que había mucha competencia, así que, entre unas cosas y otras, dejé pasar la convocatoria. Seguiré leyendo tus entradas y, si al final recomiendas la experiencia, quizás me anime a solicitar las prácticas en un futuro.

    Mientras leía esta entrada no he podido evitar esbozar una sonrisa. La residencia en la que estuve durante mi estancia en Fráncfort también se encontraba en el barrio de Sachsenhausen. Cuando tenía tiempo, intentaba coger cada vez una ruta distinta para ir al supermercado, a dm o a la estación y descubrir un poco más la zona. Aunque, al final, me fui con la sensación de que todavía me quedaban muchos rincones por descubrir.

    Un fuerte abrazo,

    Chelo

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    1. ¡Hola, Chelo! Sí, la verdad es que el proceso de selección se me hizo eterno, pero tienen que hacer una criba considerable por el gran número de solicitudes, como bien has dicho. Te animo a presentarte en el futuro, porque es una buena oportunidad para descubrir el método de trabajo de una institución europea. Además, al haber estudiado el máster, seguro que podrías poner en práctica muchos de los conocimientos que adquiriste.

      Yo también estoy descubriendo Sachsenhausen poquito a poco, y cada vez me gusta más. Tiene lugares muy peculiares y, efectivamente, es un barrio con muchos rincones ocultos.

      Muchas gracias por pasarte y un abrazo muy fuerte.

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  2. ¡Qué bien! ¡Felicidades! Yo solicité las prácticas pero me dijeron que no había sido seleccionada. ¿Puedes contarnos más sobre cómo fueron las fases del proceso de selección en tu caso y darnos algunos consejos para superarlas? No he encontrado nada de información en Internet y quiero volver a probar suerte en la próxima convocatoria. Gracias.

    Irene.

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    1. Hola, Irene:

      Por desgracia no puedo desvelar nada sobre el tipo de pruebas del proceso de selección, ya que es información confidencial (el BCE sigue normas rigurosas para garantizar la protección de datos). Aun así, te recomiendo que te informes bien sobre las funciones del BCE y sus políticas, ya que en las pruebas no solo evalúan tus conocimientos lingüísticos, sino que también esperan que tengas algunas nociones sobre el funcionamiento de la institución. Encontrarás información de sobra en su sitio web.

      Te animo a que te presentes a la próxima convocatoria y te deseo mucha suerte.

      ¡Gracias por pasarte!

      Un abrazo,

      Laura

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